La cojera repentina en perros puede ser una experiencia angustiante tanto para la mascota como para su dueño. Observar que su compañero canino de repente no puede soportar peso o cojea significativamente suele indicar un problema subyacente que requiere atención inmediata. Comprender las posibles causas de esta cojera repentina es crucial para brindar primeros auxilios adecuados y buscar atención veterinaria oportuna. Este artículo explorará las razones comunes de la cojera repentina y los pasos efectivos para ayudar a su perro a recuperarse.
Causas comunes de cojera repentina
Varios factores pueden contribuir a la incapacidad repentina de un perro para usar una pata correctamente. Estos pueden ir desde lesiones leves hasta afecciones subyacentes más graves. Identificar la posible causa puede ayudar a orientar su respuesta inicial e informar a su veterinario.
Lesiones traumáticas
Los traumatismos son una causa frecuente de cojera repentina. Estas lesiones suelen ocurrir durante el juego, el ejercicio o accidentes.
- Esguinces y distensiones: la sobreextensión o torsión repentina de una articulación puede provocar esguinces (lesiones de ligamentos) o distensiones (lesiones de músculos y tendones).
- Fracturas: Una fractura ósea es una lesión grave que causa una cojera inmediata y significativa. Estas pueden ser consecuencia de caídas, impactos u otros impactos de gran fuerza.
- Luxaciones: El desplazamiento de un hueso de su cavidad articular provoca dolor intenso e incapacidad para soportar peso. La cadera y el codo son lugares comunes.
- Lesiones en las patas: cortes, perforaciones u objetos extraños incrustados en la pata pueden causar cojera aguda.
Problemas articulares
Las afecciones articulares subyacentes a veces pueden manifestarse como cojera repentina, incluso si la afección se ha ido desarrollando con el tiempo.
- Artritis: aunque generalmente es un proceso gradual, un brote de artritis puede provocar un aumento repentino del dolor y la cojera.
- Osteocondritis disecante (OCD): este trastorno del desarrollo afecta el cartílago y puede causar cojera repentina en perros jóvenes en crecimiento.
- Displasia de codo o cadera: estas afecciones hereditarias pueden predisponer a los perros a la inestabilidad y el dolor en las articulaciones, lo que provoca episodios de cojera.
Problemas neurológicos
Aunque es menos común, los problemas neurológicos a veces pueden presentarse como cojera.
- Enfermedad del disco intervertebral (EDIV): un disco deslizado o roto puede comprimir la médula espinal, lo que provoca dolor, debilidad y potencialmente cojera.
- Embolia fibrocartilaginosa (ECF): un accidente cerebrovascular espinal puede provocar una cojera repentina e indolora.
Otras condiciones médicas
Ciertas afecciones médicas también pueden provocar cojera.
- Panosteítis: esta afección, común en perros jóvenes de razas grandes, provoca dolor en los huesos y cojera en las patas.
- Cáncer de huesos: aunque suele tener un inicio gradual, el cáncer de huesos a veces puede presentarse con cojera repentina y grave debido a una fractura patológica.
- Infecciones: Las infecciones en los huesos o las articulaciones pueden causar inflamación y dolor, dando lugar a cojera.
🩺 Cómo evaluar la cojera de su perro
Si nota que su perro cojea, es fundamental realizar una evaluación cuidadosa. Esto le ayudará a determinar la gravedad del problema y le proporcionará información valiosa a su veterinario.
Observar la cojera
Preste mucha atención a cómo camina su perro. Observe qué pata está afectada y cuánto peso soporta sobre ella.
- Cojera sin carga de peso: el perro no apoya ningún peso sobre la pata afectada.
- Cojera leve: el perro soporta algo de peso pero todavía cojea notablemente.
- Cojera intermitente: el perro cojea ocasionalmente, especialmente después del ejercicio.
Compruebe si hay lesiones evidentes
Examine con cuidado la pata y la pata afectadas. Busque:
- Cortes, raspaduras o pinchazos
- Hinchazón o hematomas
- Deformidades o desalineaciones
- Áreas de calor o sensibilidad
Palpar la pierna
Palpe (siente) la pata con cuidado, comenzando por la pata y subiendo hasta el hombro o la cadera. Sea cuidadoso y deténgase inmediatamente si su perro muestra signos de dolor.
- Palpe para detectar bultos, protuberancias o áreas hinchadas.
- Compruebe el rango de movimiento en cada articulación.
- Compare la pierna afectada con la pierna no afectada.
Comprobar signos vitales
Evalúe el estado general de su perro. Revise su:
- Frecuencia respiratoria: Lo normal es de 12 a 20 respiraciones por minuto.
- Frecuencia cardíaca: Lo normal varía según el tamaño, pero generalmente es de 60 a 140 latidos por minuto.
- Color de las encías: Deben ser rosadas y estar húmedas. Unas encías pálidas o azuladas pueden indicar un problema grave.
🚑 Primeros auxilios inmediatos
Si bien un examen veterinario es esencial, puedes brindarle primeros auxilios inmediatos para ayudar a tu perro.
Descanso y restricción
Lo más importante es restringir la actividad de tu perro. Evita que corra, salte o haga ejercicio intenso.
- Mantenlos confinados en un área pequeña, como un cajón o un corral.
- Utilice una correa para los momentos en que haga sus necesidades y así evitar que se escapen.
Aplicar compresas frías
Si la cojera es reciente (hace menos de 24-48 horas), aplicar compresas frías en la zona afectada durante 15-20 minutos, varias veces al día.
- Utilice una bolsa de verduras congeladas envuelta en una toalla.
- El frío ayuda a reducir la hinchazón y la inflamación.
Considere el alivio del dolor (con orientación veterinaria)
Nunca le dé a su perro analgésicos para humanos sin consultar con su veterinario. Muchos medicamentos para humanos son tóxicos para los perros.
- Su veterinario puede recomendarle un analgésico específico para perros, como un AINE.
- Siga cuidadosamente sus instrucciones respecto a la dosis y administración.
Proteger la lesión
Si tiene una herida, límpiela suavemente con agua y jabón suave. Cúbrala con una venda limpia para prevenir infecciones.
- Cambie el vendaje diariamente.
- Vigile si aparecen signos de infección, como enrojecimiento, hinchazón o pus.
🏥 Diagnóstico y Tratamiento Veterinario
Un examen veterinario completo es esencial para diagnosticar la causa de la cojera y desarrollar un plan de tratamiento adecuado.
Examen físico
Su veterinario realizará un examen físico completo, que incluirá:
- Palpación de la pierna y las articulaciones afectadas
- Evaluación del rango de movimiento
- Comprobación del dolor y la inestabilidad
- Evaluación de la función neurológica
Pruebas de diagnóstico
Dependiendo de la causa sospechada, su veterinario puede recomendar pruebas de diagnóstico adicionales, como:
- Radiografías (rayos X): Para visualizar huesos y articulaciones e identificar fracturas, dislocaciones o artritis.
- Análisis de sangre: para descartar afecciones médicas subyacentes, como infecciones o inflamación.
- Análisis del líquido articular: para comprobar si hay infección o inflamación en la articulación.
- Resonancia magnética o tomografía computarizada: para obtener imágenes más detalladas de tejidos blandos, como ligamentos, tendones y médula espinal.
Opciones de tratamiento
El tratamiento dependerá de la causa subyacente de la cojera. Las opciones de tratamiento más comunes incluyen:
- Reposo y analgésicos: para esguinces y distensiones leves.
- Entablillado o yeso: Para fracturas o luxaciones.
- Cirugía: Para fracturas graves, dislocaciones, desgarros de ligamentos o problemas articulares.
- Fisioterapia: para mejorar la fuerza, el rango de movimiento y la función.
- Suplementos para las articulaciones: Para apoyar la salud del cartílago y reducir la inflamación en casos de artritis.
🛡️ Prevención de la cojera
Si bien no se pueden prevenir todas las causas de cojera, hay medidas que puede tomar para reducir el riesgo de que su perro la padezca.
Mantener un peso saludable
Los perros con sobrepeso tienen mayor riesgo de sufrir problemas y lesiones articulares. Mantenga a su perro en un peso saludable mediante una dieta adecuada y ejercicio.
Proporcionar ejercicio regular
El ejercicio regular ayuda a mantener la fuerza muscular y la flexibilidad articular. Evite los aumentos repentinos de actividad, ya que pueden provocar lesiones.
Calentamiento antes del ejercicio
Antes de realizar ejercicio extenuante, caliente a su perro con unos minutos de actividad ligera, como caminar o estirarse.
Evite las superficies resbaladizas
Los suelos resbaladizos pueden aumentar el riesgo de caídas y lesiones. Utilice alfombras o tapetes para mayor tracción.
Chequeos veterinarios regulares
Los chequeos veterinarios regulares pueden ayudar a identificar y abordar posibles problemas de forma temprana, antes de que provoquen cojera.